domingo, 25 de noviembre de 2007

Otra vez campeones... 3ª parte

Nos plantamos en el verano del año 2000. Se acerca la fecha de la eurocopa que se ha de celebrar en los países de Belgica y Holanda, que organizan conjuntamente el evento. La fase clasificatoria para el evento había transcurrido sin grandes sobresaltos. Todos los grandes favoritos obtuvieron su billete para acudir a la cita. Inglaterra fue el que más se complicó su camino. Su grupo estuvo comandado por una intratable Suecia que cerró todos sus partidos con victoria a excepción del jugado en Wembley en donde arrancarían un valiosísimo empate. Por ello los de las islas acudieron a una repesca traicionera contra un equipo escocés que presentaba poco talento individual pero mucha energía. Los de la rosa derraron el partido de ida con una clara victoria a domicilio por 0-2 (Scholes-2-) y se dejaban los sustos para otra ocasión. Pero cuando nadie contaba con Escocia, en el minuto 38, Hutchinson hace pone en ventaja a los vecinos y cunde el pánico en las gradas. Al final, pidiendo la hora y por la puerta de atrás Inglaterra se mete en la fase final dejando más dudas que alegrías.

Llegado el torneo, y como era de esperar, los ingleses forman parte de un grupo mortal de necesidad acompañados por Alemania, Portugal y Rumanía.

Este grupo A deja en evidencia a dos selecciones en proceso urgente de renovación. Alemania empata en su primer partido frente a Rumanía, y los ingleses caen con estrépito frente a Portugal, pese a ir ganando por 2-0 a los 15 minutos. Un 3-2 final y llueven críticas a los de las islas, que cierran filas para ganar su segundo partido frente a los germanos, dejando a estos en una situación muy delicada. Con Portugal en cuartos gracias a su victoria sobre los rumanos se jugaba una tercera ronda a vida o muerte. Alemania roza el ridículo cayendo frente a una intratable Potugal por 3-0. A los ingleses les vale el empate. Shearer y Owen, dan ventaja a los de la rosa dando la vuelta al tempranero gol de Chivu, pero fiel a su costumbre de sufridor se deja empatar con un gol de Munteanu. En el último minuto pasa de sufridor a mártir. Ganea convierte un penalty señalado por el suizo Meier y da el pase a cuartos a los suyos certificando la eliminación de una patética Inglaterra.

El grupo B deja a una Italia en plan campeona, ganando sus tres partidos y liderando un grupo en el que Suecia, pese a su brillante fase de clasificación, termina última sin conseguir obtener ni un solo triunfo y dejando la segunda plaza en juego en la última jornada en un duelo fraticida que los turcos resuelven por la vía rápida frete a uno de los anfitriones: Bélgica. Dos goles del ariete otomano Hakan Sukur clasifican a los suyos para cuartos. Mientras Italia da muestras de su amplio bagaje ofensivo marcando en esta fase 6 goles todos ellos anotados por distintos jugadores. Siendo conocida su eficaz faceta defensiva, si continuaban con su diverso arsenal ofensivo podrían ser imparables.

En el grupo C la favorita España se complica su pase con una sonrojante derrota en el primer partido frente a Noruega. Recuperaba un poco de crédito en el segundo dando cuenta de Eslovenia. Yugoslavia arrancaba una victoria ante los nórdicos y junto al empate obtenido en la primera jornada dejaba un grupo abierto a cualquier posibilidad clasificatoria. A la última jornada se llega con los cuatro equipos con opciones de clasificarse. A Noruega le vale una victoria para obtener billete pero es incapaz de pasar del empate frente a Eslovenia. Con cuatro puntos se queda a la espera de que España no gane. Y estabán relamiéndose los del salmón cuando en le minuto 90 España caía 3-2 con Yugoslavia. Pero un un descuento no apto para cardíacos Mendieta y Alfonso daban con sus dos goles el pase de ambos equipos. Quedando Noruega con la miel en los labios y los ojos como platos.


En el grupo D, Holanda y Francia se metieron en cuartos por la vía rápida. Merced a dos victorias en los dos primeros partidos, dejaban el duelo de la última jornada entre ambos como un mero trámite. Con ambas ya clasificadas solo quedaba por decidirse el orden de los cruces. En ese insípido partido se vivió unbuen espectáculo siendo los galos derrotados por 3-2 en un emocionante partido pese a lo intranscendente del choque. La República Checa da cuenta de los daneses y se lleva un triunfo de honor que le deja con tres puntos, insuficientes para obtener su pase. Los checos, bien armados, jugaron un gran torneo mereciendo mucho más de lo obtenido, pero en estas citas dependes del factor suerte, y éste se encontraba en contra. Holanda les ganó con un gol en el último minuto y Francia sudó la gota gorda para derrotarles por la mínima.


Llegan los cuartos de final, con un choque entre rivales directos por el título y otros tres partidos con marcado sabor de favorito. Los pronósticos se cumplen y así Portugal da buena cuenta de Turquía con dos goles de Nuno Gomes, Italia se deshace sin esfuerzos de la sorpresiva Rumanía con dos latigazos de Totti e Inzaghi y Holanda golea sin piedad por 6-1 a una paupérrima Yugoslavia, que hace el ridículo en el campo. Un hat trick de Patrick Kluivert convierte a los orange en claros aspirantes al título, tras haber liderado su grupo derrotando a Francia. Los galos se enfrentan en el choque más atractivo a una España dispuesta a aliarse con la fortuna. Con el mejor partido y el mejor árbitro, Pierluigi Collina, la tensión es abismal. Zidane tira de galones y adelanta a los suyos con un tiro libre magistral. Mendieta igual para España de pena máxima. Francia vuelve a golpear a el veterano Djorkaeff pone en ventaja a los franceses. Con España volcada al ataque llegan ocasiones para ambos y el duelo se convierte en un correcalles. Llegando al final Collina pita un penalty a favor de los españoles. Como el destino es cruel, el mejor español ese día, Raúl, lo manda a las nubes. Francia está en semis.



En las semifinales se enfrentan en primer lugar la todopoderosa Francia, que con un equipo que alineaba estrellas tenía en la mano repetir el título conquistado en el 84 de la mano de Platini. Frente a los galos se disponía un solvente equipo portugués que tenía un bloque muy sólido con jugadores de un talento espectacular como Figo o Rui Costa, pero que adolecía de falta de gol con el muy limitado Nuno Gomes sin recambio de garantías. Éste adelanta a los suyos y pone a Francia contra las cuerdas pero la falta de acierto portuguesa les condena y no consigue rematar el partido. Thierry Henry, gran torneo el suyo, pone la igualada al filo del inicio de la reanudación y con más miedo que arte se llega a la prórroga sin dominador claro. Cuando ambos equipos esperan el pitido final el escocés Dallas concede un claro penalty a los galos. Con toda la presión de un país a su espalda la pelota la abraza el mejor, Zidane, que sin rubor y como el que juega en la calle sin nadie que le vea coloca la pelota en la escuadra de un abatido Vitor Baía. No había tiempo para venganzas, los lusos se desconsuelan ante la oportunidad perdida.

En la otra semifinal a Italia y Holanda les puede el respeto. Los italianos consiguen llevar el partido a su camino. Con calma y sin conceder ocasiones esperan el desgaste del rival sin prisas por obtener recompensa. A la exasperante capacidad defensiva transalpina se le une la falta de ambición de los holandeses. A los anfitriones les falta fe y no consiguen desplegar su fútbol eléctrico de incursiones constantes por los extremos. El partido llega al desenlace de los penaltys donde los locales sienten en las piernas el interés de toda la nación y solamente son capaces de marcar un solo penal. Italia se mete en la final y encuentra el premio que ha obtenido otras tantas veces, el de la cara o la cruz, el de la lotería, el de la suerte. Ahí siempre se sintieron cómodos los italianos.



La final enfrenta a los talentosos franceses, que exponen una camada de futbolistas que triunfan en las ligas más importantes. Aunan talentos innatos como Henry o Trezeguet con futbolistas veteranos como Blanc, Desailly o Djorkaeff. Pero todos ellos con un denominador común: saben quien es su líder, y solo se preocupan de acompañarle porque Zidane conoce el camino al éxito.


Enfrente la rocosa Italia. Saben que si son capaces de contener a los galos tarde o temprano obtendrán recompensa en forma de gol. Italia domina con amplitud las jugadas estratégicas, ensayan los rechaces con jugadores posicionados en segundas líneas y es sobre todo un equiop paciente, muy paciente. Sus mejores jugadores aguardan su oportunidad en el banco. Totti y Del Piero esperan su momento, mientras la guardia está formada y equilibrada con el gran Paolo Maldini a la cabeza. Su momento llega y en un partido dominado tácticamente, como no, por los transalpinos Marco Delvecchio adelanta a los suyos. Francia lo ve muy cuesta arriba. Echa toda la leña al fuego y se lanza a un ataque suicida, de esos que le gustan a Italia.


Mientras los aficionados aguardan el empate galo los expertos miran de reojo en espera de la sentencia italiana. Pero en el último minuto Wiltord da el empate a Francia y la razón a los aficionados. Se hacía justicia. El golpe no mella la moral de su rival pero les concede a los galos 30 minutos de esperanza y a los italianos otros tantos de paciencia. No contaban estos con que los grandes jugadores siempre esperan a las grandes ocasiones. Y en éstas aparece un barbilampiño delantero de origen argentino, David Trezeguet, y con un auténtico golazo de a los suyos el título consiguiendo, al igual que Bierhoff cuatro años antes, definir la final con un gol de oro.

La generación de futbolistas más importante de la historia del fútbol francés vuelca la historia y se convierte en el primer equipo que obtiene la Copa del Mundo y la Eurocopa en fechas sucesivas.
Volveremos para contar la eurocopa celebrada en Portugal en 2004...


sábado, 24 de noviembre de 2007

Otra vez campeones... 2ª parte

Continuamos enumerando a los equipos que han destacado en las últimas eurocopas.

En la euro 96 celebrada en Inglaterra cabían múltiples posibilidades para encontrar un ganador de antemano. Muchas fueron las selecciones con buenos equipos capaces de obtener recompensa, pero ninguna destacaba sobremanera.

Esta competición empieza marcada por ser la primera fase final de la historia que cuenta con 16 selecciones. Además se había acordado que los partidos que llegaran a la prórroga se decidirían mediante el famoso gol de oro, y claro, existía cierta expectación por ver un nuevo desencadenante en el fútbol. Se pensaba de esta regla que beneficiaría el futbol de ataque para intentar noquear al adversario, sin embargo su resultado fue diametralmente opuesto, los equipos se encerraban, ralentizaban el juego y esperaban el paso de los minutos para decidir su destino en la lotería de los penaltys.

El elenco de favoritos era amplio: destacaban la Alemanis de Berti Vogts que tenía al veterano Thomas Haessler por estrella y la incipiente irrupción de un mediapunta de origen otomano: Mehmet Scoll. Italia tenía una selección compacta liderado por el gran Paolo Maldini, destacando su ataque que disponía de hombres letales como Chiesa o Ravanelli y fantasiosos como Alessandro Del Piero o Gianfranco Zola. Además estaban comandados por el seleccionador Arrigo Sacchi, toda una institución.

En un escalón un poco inferior se encontraba la imaginativa Holanda con Dennis Bergkamp a la cabeza, Francia con un joven Zinedine Zidane a la cabeza y la selección anfitriona, Inglaterra, que aspiraba a recuperar el prestigio en casa, donde las cosas le habían ido fenomenal hasta la fecha, ya que en su país consiguieron alzar la copa del mundo en el 66 con un gol ilegal de Hurst. Se presentaban a la cita con un bloque desequilibrado y amparándose en su estrella, el díscolo y polémico Paul Gascoigne.

El comienzo del torneo nos iba a desvelar lo que fuera la tónica durante el mismo: la actitud defensiva. Los equipos jugaban con miedo de no recibir goles lo que nos llevó a ver la eurocopa con menos goles de toda la historia.


En el grupo A Inglaterra y Holanda se juegan su clasificación para cuartos en un último partido entre ellos, en los que los vencidos podían haber sido eliminados si el goal-average no les hubiese sido favorable. La victoria inglesa por 4-1 les daba el pase, y les concedía un papel de favoritos, su juego era notable y era la anfitriona.


El grupo B transcurre sin sobresaltos, pasando como primera Francia, seguida por España que se clasificó en un último partido decisivo frente a Bulgaria. Destacó el papel de un delantero joven rumano Florin Raducioiu, que pasó por la eurocopa mostrando su afilado olfato goleador.



En el C, denominado el grupo de la muerte, pronto perdería sus opciones la intermitente Rusia que tiraba de sus clásicos como Igor Dobrovolski o Kanchelskis . En la segunda jornada del grupo salta la sorpresa y una República Checa que no contaba para nadie consigue batir a la favorita Italia. Mientras Alemania camina firme con dos victorias holgadas que le dan el pase a cuartos se juega una última jornada de infarto. La incapacidad goleadora de Italia le condena al empate frente a los germanos, dando así la sorpesa una joven Chequia, que en un partido vibrante arranca un empate en el último minuto ante Rusia y logra meterse en la siguiente ronda.



El grupo D confirma los pronósticos y una muy fuerte Portugal se clasifica sin problema alguno, la segunda plaza era para una potente selección croata que de la mano de Suker y Boban accedían a disputar las rondas decisivas, quedando por el camino una mediocre Dinamarca y una decepcionante Turquía, incapaz de anotar un solo gol en el torneo, a pesar de que contaba con un goleador de gran nivel: Hakan Sukur.

Llegados los cuartos Inglaterra y Francia se deshacen de España y Portugal respectivamente llegando a los penaltys y ofreciendo el cerocerismo como modo de vida. Alemania bate a una sorprendente Croacia que con un gol de Suker consigue hacer dudar a los rudos alemanes. Haessler sale al rescate de su selección tirando de galones y da el pase a semis a los suyos. Buen sabor de boca dejan los croatas.






Y mientras todo ocurre según lo previsto, en el último partido de cuartos una selección de calidad como era la portuguesa, liderada por los Figo, Rui Costa y Paulo Sousa, deja constancia de un mediocampo muy creador pero una delantera escasa de oficio, recursos y talento. Los checos se adelantan merecidamente con un gol de Poborsky y reman hacia la victoria. Si bien se consideró una sorpresa, no es menos cierto que los de Chequia línea por línea eran superiores. Sus jugadores formaban un grupo homogéneo y tácticamente eran superiores. Además contaban con el delantero de moda: Vladimir Smicer, que realizaba una labor ofensiva tremenda. Mientras su compañero el tanque Kuka se encargaba de fijar la defensa, él se movía cortando la línea enemiga con suma maestría, que si bien no era un virtuoso, si era hábil y listo como el que más, y caía a banda con frecuencia para provocar superioridad numérica en la ayuda a Nedved, Poborsky o Berger.


Llegan las semis y todos los ojos estaban puestos en los irreductibles checos. Mientras los franceses acaparaban elogios y eran dados por favoritos los checos no desistían en su papel de revelación del torneo. 120 minutos necesitaron los del gallo para darse cuenta que la portería de su rival ese día no aceptaba visitas. Old Trafford se prepara para ver que deparan los penales, si bien ninguno de los equipos da concesiones. Nadie quiere perder, y los once primeros lanzamientos terminan en gol. Reynald Pedros, gran extremo francés, falla su pena máxima y de el pase a la final a los checos.


La República Checa aspiraba a a suceder a la Dinamarca de la euro 92 como la mayor revelación. No obstante ésta era una selección muy superior a aquella danesa. Viendo las carreras de los futolistas de cada equipo destacan jugadores checos en grandes equipos del continente europeo, y uno de los suyos, Pavel Nedved, lograría alzarse con el balón de oro europeo. Este galardón que concede la revista LÉquipe pasa por ser el título individual más importante y prestigioso del mundo.

Mientras en la otra semifinal los anfitriones se adelantan a los teutones merced a un tempranero gol del killer local Alan Shearer, goleador éste de pura raza. Tosco y rudo en su relación con la pelota pero con un radar que conectaba con todo balón que se le acercase para darle destino en la portería rival. La reacción de Alemania no esperó más de diez minutos. Un invitado sorpresa, Stefan Kuntz, logra la igualada. Luego deambular de ambos sobre el cesped, poco fútbol, mucha prudencia y mucho respeto llevaría a ambos a jugarse el pase también en los penaltys. Al igual que en la otra semifinal los aciertos en este arte son muy elevados, habiendo marcado los dos equipos sus cinco primeros penaltys. El sexto inglés es para Gary Southgate y lo detiene el genial portero alemán Köpke. El decisivo en las botas de Andy Moller, curtido en mil batallas y con un currículum donde se amontonan los títulos colectivos más deseados. No falla. Mete a su equipo en la final.

Pasado el tiempo es importante comentar la decisión de lanzar los penaltys. Aun no es posible comprender como el lanzador inglés para el sexto penal es un defensa tan conocido por su garra como por su escasa calidad. Teniendo en cuenta que el sexto es un punto clave en una tanda de penaltys parece incomprensible darle la responsabilidad a un jugador mediocre como éste. La respuesta alemana fue mucho más inteligente, una de sus figuras se reservaría por si llegado el momento hace falta. El resultado creo que resulta obvio.

La final disputada en Wembley enfrentaba Alemania con una selección checa que había tenido que exigirse mucho durante el torneo. Llegaban estos con la gasolina justa, y habían de medirse con un rival que aunaba una gran calidad con el mejor físico de europa.

Los alemanes intentaban derrumbar el muro de contención que se formaba frente al portero Petr Kouba, pero la defensa checa se defendía agazapada esperando una contra mortal en una de sus jugadas favoritas: la utilización de los extremos. Estos disponían de calidad y múltiples variantes del juego, si bien además de ser técnicos, eran llegadores. Lo mismo se abrían para centrar que trazaban la diagonal para llegar al remate por sorpresa. Un ingenuo penalty de los germanos es transformado por Patrick Berger en el minuto 60. Chequia roza la hazaña. Mas como distingue a los alemanes, afloró su casta, coraje y fé para que un suplente de lujo que despuntaba en la liga italiana en las filas del Udinese, Oliver Bierhoff, diera la vuelta al partido marcando el empate en el minuto 75. Llegados a la prórroga el mismo protagonista cerraría la mejor noche de su carrera con un gol que daría enl título a su equipo inaugurando la primera final que se definía con un gol de oro. Fue un balón mal pegado que encontró la colaboración del portero checo alojándose inesperadamente en las mallas.




A los irreductibles checos les faltaron las fuerzas. Llegaron muy justos a una final que no esperaban. No en vano se delantero estrella Smicer tenía su fecha de boda para el día antes en que se jugaba la final y ante la imposibilidad de un cambio de fechas, recibió un permiso especial de su seleccionador para acudir al evento del cual era lógicamente protagonista. No pudo serlo un día más tarde.


Continuaremos con nuestra próxima cita: la eurocopa del 2000 celebrada en Bélgica y Holanda.

Otra vez campeones...

Estos días, tras la clasificación de la selección española para el europeo de este verano en Austria y Suiza, han vuelto a desatarse los elogios desmedidos y la imprudencia en nuestra sociedad respecto al papel que va a desempeñar nuestra equipo nacional.
El caso es que después de tres partidos vencidos frente a nuestros potentes rivales de grupo!!!! (Suecia, Dinamarca e Irlanda del Norte) se ha vuelto la hichada a gritar a los cuatro vientos que cuidadito con nosotros que allá vamos.
Lo cierto es que si destripamos nuestra selección podemos darnos cuenta de que existen carencias, bastantes carencias. Si miramos atrás veremos que las selecciones triunfadoras en estos eventos poseían una serie de características bastante particulares, pero tampoco nada especiales. Recordemos algunas de ellas.

En el año 1992, este campeonato celebrado en Suecia, dejó para el recuerdo la victoria de la selección danesa.

Esta selección no estaba clasificada, y se unió con su participación a última hora debido a la descalificación de Yugoslavia por motivo de la guerra de los Balcanes. Fueron grandes los problemas de la federación danesa para reunir a los jugadores, la mayoría de ellos disfrutando de sus vacaciones en los lugares más idílicos. A este caos se unía la renuncia de su gran estrella, Michael Laudrup, por graves diferencias con su seleccionador. Pero lo que nadie esperaba es que una selección con papel de comparsa fuese sin embargo la más peligrosa. La danesa era una selección con buenos jugadores y con la mejor ventaja de todas: no tenía ninguna presión. Su papel estaba destinado a cubrir un hueco, con lo que los jugadores continuaron sus vacaciones en Suecia y el hotel de concentración de los daneses era una fiesta noche tras noche en la que se mezclaban a diario los futbolistas, alcohol que no faltaba desde luego y mujeres para no perder relajación. Periodistas españoles declaraban que parecían un grupo de turistas pasando 15 días en las islas Canarias. Pero era un lobo con piel de cordero...

Parten de un grupo junto al anfitrión, Suecia, y dos favoritas al título: Inglaterra y Francia. Tras empatar ante los ingleses 0-0 y perder su segundo partido con Suecia por 1-0, el mundo solo esperaba ver como los daneses eran abatidos por la potente Francia, que tenía una dupla atacante que daba miedo: Papin y Cantona.

A los ocho minutos Dinamarca golpea primero. Larsen deja helados a los franceses. Les remata Elstrup al poco de comenzar la segunda parte, cortando de raíz el intento de remontada de su rival. Papin recortaría en las postrimerías para dar paso al asedio a los nórdicos. Imposible. La primera en la frente.

El grupo de turistas cervecero sorprende a propios a extraños y se mete en semifinales (en aquella eurocopa solo formaban dos grupos de cuatro). Aún así, su suerte estaba echada, pensaban todos. La flauta no suele sonar dos veces...
Ahora llega la selección de Holanda. Mezcla grandes estrellas emergentes como Dennis Bergkamp, junto a veteranos de talento como Rijkaard, Gullit o Van Basten.

Empieza el partido y una vez más los daneses se adelantan en los comienzos... Toca remar piensan los de Holanda. Bergkamp puso las cosas en su sitio a los 30 minutos. Con el marcador igualado los daneses eran presa fácil y cuando parecían estar listos para plegar la bandera... gol de Henrik Larsen, que ya había marcado el primero. Nuevas prisas para Holanda que ve como se le escapa la merienda. El asedio es total y al filo del minuto noventa llega la igualada por media de Rijkaard. Los Rijkaard, Koeman, Kieft, Gullit y compañía nuevamente piensan... ya son nuestros. Pero los daneses se encierran y corren como gamos. Habían conseguido llegar a la lotería de los penaltys, y claro, para el que no tiene nada que perder, jugarse la vida a cara o cruz, la verdad, poco importaba. La presión danesa estaba tan calmada a base de cerveza y relax, que se permitieron el lujo de no fallar ni un solo penalty. Y claro, la vida se cebó con el gran Marco Van Basten, que falló el suyo con todo un país en la espalda.

Sorpresa... Dinamarca finalista!!!!!!!

Los de Morten Olsen ya estaban en la final. Las vacaciones estaban siendo un éxito. Y de nuevo, fue despreciada por la opinión pública, que seguía sin creerse que una selección llamada a última hora pudiera hacerse con la copa. Además ahora llegaba el turno de la gran favorita del torneo: Alemania. Pese a la derrota en el grupo frente a los holandeses nadie dudaba de que era la selección más potente. Poseían la copa del mundo merced a la victoria dos años antes en el mundial de Italia, y reunía un elenco de jugadores que triunfaba en las mejores ligas y eran las figuras de los mejores equipos: Brehme, Kohler, Haessler, Effenberg, Sammer, Thomas Doll y el gran Jurgen Klinsmann. A éstos se les había unido un incipiente goleador llamado Karl Heinz Riedle.
Dinamarca sale al campo a jugar una final que no esperaba. Enfrente Alemania cerraba filas y se deja seducir por los cantos de sirena que hablaban de una noche sencilla, una victoria aplastante y un nuevo título en las vitrinas.

Y a los quince minutos Dinamarca golpea en la frente. Gol de John Jensen. Algo falla, Alemania cae en los mismos errores que los contrincantes daneses cometieron en los encuentros precedentes. Para entonces Dinamarca, una vez más, se ve delante en el marcador en el inicio del partido. En ese momento cierre filas en torno a su líder, el arquero Peter Schmeichel. Éste, un ropero de casi dos metros y 102 kilos de peso, realiza el partido de su vida. Nadie pasa en su portería sin permiso, y claro, ese día no concede visitas... Era el mejor del mundo, sin ninguna duda. Sus compañeros lo saben y se pliegan frente a él esperando el asedio germano que no tardó en llegar. Alemania se estira y busca el gol desesperadamente. El Ullevi de Gotenburgo no se cree lo que está viendo y espera que suceda lo que ha de suceder: el empate.

Para entonces Dinamarca se agazapa y cuando parecen ceder ante la avalancha rival, lanza un envite rápido y mortal. Éste va directo al corazón. Kim Vilfort golpea una falta desde lejos, y el balón besa las redes de la meta de Illgner. El arquero germano (si Schmeichel era el número uno, el del Colonia no estaba muy lejos) no se lo puede creer. Quedan 12 minutos y ahora sí, la suerte está echada. Pero cae del lado danés, que a conseguido el título de la eurocopa 92 y el de mejor bebedor de cerveza.

Formaron para el recuerdo Schmeichel en la portería, que alzaría la copa de europa en el Nou Camp defendiendo la meta del Manchesetr United muchos años después, Sivebaek y Piechnik en los laterales (el primero jugaría en buenos equipos, Man. United y Monaco entre otros, y el segundo el título le abriría las puertas de Anfield Road, donde jugó dos temporadas con el Liverpool). El centro de la defensa lo formaban Kent Nielsen y Lars Olsen, dos perros de presa.

El centro del campo lo formaban Kim Christofte, bregando incansablemente, John Jensen, que formó en las filas del Hamburgo alemán, y su éxito en este campeonato le llevó a jugar durante cuatro temporadas en el Arsenal inglés al lado de hombres como Tony Adams, Paul Merson o Ian Wright. Kim Vilfort aportaba trabajo y dearrolló casi toda su carrera en el Brondby de su país con un leve período en las filas del Lille francés. Henrik Larsen fue una promesa que no llegó a brillar lo que se esperaba. El título le abrió las puertas del West Ham inglés, donde apenas contó siendo vendido al Manheim alemán.

La delantera de este equipo era otra cosa. Si Dinamarca se encomendaba a su gran portero, también sabía que arriba tenía dos hombres capaces de devorar cualquier presa. Es curioso sin embargo, que su punto débil, la media, fuera la artífice del título.

Formaban Fleming Povlsen y Brian Laudrup. El primero iba para estrella, siendo joven, un ojeador del Real Madrid se fija en su talento y le ficha para jugar el filial blanco donde no consigue adaptarse y emigra a Alemania. Allí realiza dos temporadas prometedoras y es visto por la mejor red de cazatalentos del mundo, la del PSV Eindhoven, donde realiza una gran temporada, revaloriza su precio y es traspasado al Borussia Dortmund, donde logra ganarse a la afición con su carisma y su compenetración con el danes Chapuisat es letal, aunque sus números son más bien discretos. Después de sufrir un calvario de lesiones ha de retirarse por problemas en su tobillo, que le dejarían prácticamente cojo.

Acompañaba a Povlsen un joven Brian Laudrup, que había crecido a la sombra de su hermano Michael, pero que iba acumulando minutos y goles en importantes equipos. Su paso por Alemania dejó recuerdo en las filas del Bayer Uerdingen, club en el que a base de talento se gana un traspaso para formar en las filas del todopoderoso Bayern Munich, club al que pertenece mientras se disputaba la eurocopa. Con el título alzado el valor del pequeño de los Laudrup sube como la espuma y el Bayern saca una buena tajada al venderlo a la Fiorentina italiana. Su paso por este club esta marcado por el éxito lo que le abre las puertas del Milán, club con el que alzaría la Copa de Europa en la memorable final de Atenas frente al FC. Barcelona, pero apenas cuenta para el técnico Fabio Capello, que ve como otros jugadores le cierran el paso. Su nivel es alto, pero el nivel de la plantilla rossonera es muy elevado, y junto a los Massaro, Simone, Savicevic, Boban y compañia, el disponer de minutos se le antoja imposible.
Por tal motivo emigra a Escocia, jugando 4 campañas a un excelente nivel y convirtiéndose en la estrella de su equipo, lo que le vale ganarse el pase el Chelsea inglés, en donde juega una sola y discreta campaña. Para entonces Brian piensa que sus días de fútbol se han acabado y encuentra un cómodo retiro en su país en las filas del Copenhague. Un año después el Ajax le recupera para el fútbol de élite y lo ficha como a una estrella. Pero al fútbol del danés ya no le quedaba más aire, por lo que al concluir esa temporada decide retirarse.
El siguiente campeón a analizar será el campeón de la euro 96 en Inglaterra: Alemania

domingo, 18 de noviembre de 2007

Al césar lo que es del César




Pues eso, al César lo que es del César. Porque después de casi 15 años hemos de recordar a este Olimpique de Marsella que fue capaz de derrotar al todopoderoso Milán de la época en una final tácticamente muy disputada y que ha pasado a la historia no solamente por ser el principio del fin de la mejor generación de jugadores que conoció Milanello, también ese día un tobillo maldito le dijo al gran Marco Van Basten: "lo siento flaco, pero ya no juego más".

Pasado el tiempo se recuerda un equipo capaz de llegar a lo más alto, pero manchado por múltiples acusaciones de dopaje (reconocido incluso por miembros de ese plantel), aunque cabe destacar que reunía un grupo de jugadores que mezclaban talentos ya consagrados con otros que darían su fútbol durante muchos más años en la élite de este deporte.

Si analizamos la base del equipos nos damos cuenta de estar viendo a una generación que con el paso de los años han creado escuela en el fútbol europeo y mundial, siendo precisamente el autor del gol en la final, Basile Boli, el héroe por accidente de ese día, ya que nunca más llegó al nivel que dieron muchos de sus compañeros.

En la portería daba su rendimiento el díscolo Fabien Barthez, si bien por aquella época era conocido por su talento y reflejos felinos, mas que por sus excentricidades que más adelante le harían aun más famoso. El tipo, así como quien no fuese con él la cosa, reúne hoy en día un palmarés envidiable. Coincidió con la generación de oro que liderados por Zinedine Zidane levantaron la Copa de Europa de naciones y el Mundial de fútbol celebrado en su país Francia.

Pero a nivel de clubes la suerte no le fue esquiva, consiguiendo alcanzar la titularidad en el Mónaco y Manchester United inglés, con los que ganó dos ligas en cada equipo. De regreso a su país, en el ocaso de su carrera, vuelve al Marsella con el que alcanza la final de la UEFA que pierde frente al Valencia y que concluye con anticipación al ser expulsado, causando la derrota de su equipo. Aquí ya era visto más como títere o bufón circense que como portero ágil.

La defensa de este Marsella no estaba formada por angelitos, en el lateral derecho se alinaba Jocelyn Angloma, que militó en el Torino, Inter de Milán y Valencia. Tras su longeva carrera (se retiro cerca de los 40) dejó en el recuerdo una gran entrega física no exenta de técnica, pero sobre todo una gran profesionalidad. Su colega en el lado izquierdo era Eric Di meco, que tuvo una carrera profesional discreta aunque levantó algún titulo con el Mónaco, en el que coincidió con el belga Scifo y una pareja delantera muy joven que tal vez les suene: Henry y Trezeguet.


En el centro de la defensa formaban Basile Boli, autor del gol del triunfo y un tal Marcel Desailly. Éste último tuvo en exitoso paso por el AC. Milán consiguiendo alzar la Copa de Europa de la mano de Fabio Capello frente al todopoderoso "Dream Team" entrenado por Cruyff que era el FC.Barcelona. De aquella final en la que Desailly juagando en la media se comió él solito al centro del campo del Barça, es de recordar el análisis hecho por el entrenador italiano a la conclusión del choque que sus pupilos infringieron un durísimo 4-0 iniciando el fin de la época gloriosa del club español. "Mientras el Barcelona se hacía fotos y promociones, nosotros preparábamos la final" . Fabio Capello dixit.

El mediocampo de éste equipo presentaba dos supertalentos y dos buenos gregarios llamados Eydelie y Sauzee. Pero éste equipo se controlaba todo en el cerebro de Didier Deschamps que reunía talento, inteligencia táctica y equilibrio. Formaría después el bueno de Deschamps un medio del campo mágico en las filas de la Juventus junto con Paulo Sousa y con un chico del que decían iba para estrella llamado Zidane. Aquí sumó una nueva copa de Europa, aunque su gran logro lo consiguió guiando a su país al campeonato del mundo de 1998. Si bien éste ponía el orden y el cerebro, el talento y la imaginación corrían a cargo del genial gahnés Abedí Pelé, del cual se desprendía talento en cada balón que pasaba por sus botas. Aquí alcanzó su cima este imaginativo jugador, que agrupó trofeos en su continente y decepciones en su paso por la liga italiana en las filas del Torino.


La delantera de este equipo fue un volcán. Dos artilleros de primerísimo nivel. La marcha del nombrado mejor jugador de la historia del Olimpique, Jean Pierre Papin (curiosamente fichado por el Milan, derrotado en la final), fue sustituida con el alemán Rudi Voeller, que tras su paso por el club italiano AS.Roma era un cañón del área capaz de sacar gol de cualquier despiste de la zaga rival y tenía en su palmarés la ansiada copa del mundo obtenida en el mundial de Italia 90. A su lado, el delantero llamado a ser el mejor del mundo en el futuro: Alen Boksic. Un espigado artista del gol que aunaba a su innata técnica, una capacidad goleadora de primer nivel. Desgraciadamente su carrera se truncó por múltiples lesiones que como al gran Marco Van Basten acabarían por retirarle, no sin antes haber despuntado en la liga italiana en los equipos del Lazio (en dos etapas) y la Juventus de Turín, con los que alzaría una Recopa y dos ligas.

Ahora que la opinión pública a teñido de culpables la consecución de la Copa de Europa, a raiz de las sospechas de dopaje, me alegro de darme cuenta que una vez destripado el vestuario del Olimpique de Marsella se encuentren muchas razones para tal logro, pero sin lugar a dudas, destacan más las razones deportivas por encima de cualquier otra.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Hoy me apetece criticar



Pues eso, que hoy me ha apetecido criticar un poco la situación. Tal vez algún lector (si es que los hay) sea capaz de comprenderme.

El caso es que en el fútbol actual, como en la vida, se van perdiendo las costumbres. Y he de dejar claro que una cosa es seguir abriendo camino y otra olvidar los viejos y sabios consejos. Uno de ellos empiezo a echarlo en falta con demasiada frecuencia en todos los equipos... el cubrir en los corners con un jugador en cada palo.

No soy yo de edad muy avanzada, mas después de jugar a esto durante unos cuantos años, siempre he tenido claro una serie de conceptos básicos del futbol, como que los desdobles han de hacerse por detrás del compañero con la pelota o que si un lateral se incorpora al ataque el otro se queda atrás. Por eso no alcanzo a comprender el desatino generalizado cuando en los saques de esquina ya no se pone un jugador en cada palo. Ahora la moda es un tío solo en el primero. Y yo me pregunto, acaso molestaba a alguien?.

Después de acudir a las estadísticas vemos que hay porcentajes muy altos de evitar goles en estos lances. Creo recordar que fue relativamente sonado y se hizo un reportaje en el día después de canal plus a un año en el que el jugador del Real Oviedo Iván Ania realizó 7 despejes bajo palos en una temporada. Sí, han leído bien, siete!!!! Tal vez puedan ustedes comprender el batacazo que hubiese alcanzado si en vez de haberlos evitado su equipo hubiese recibido todos estos goles.

He pensado los motivos para que el segundo palo, en la actualidad, se encuentre soltero y sin novias que le pretendan. La verdad es que he escuchado las teorías más diversas:

  1. Existe riesgo de darle al balón con la mano y con ello ser expulsado
  2. Se renuncia a un jugador para la marca
  3. El portero se descentra del arco

Alguna les parece útil o lógica???

Lo cierto es que en el período actual las tácticas están sumamente representadas en los vestuarios. Se escucha con frecuencia hablar de jugadas de estrategia, dibujo táctico o jugador tácticamente muy bueno. Porque si es verdad que al fútbol también se juega sin pelota, y que como decía el bueno de Fabio Capello: "Para ganar has de tener buenos jugadores, después solo necesitas tres cosas, orden, orden y orden" lo cierto es que estamos demasiados castigados con nuevos rigores en este sentido, olvidando mientras los viejos y sabios principios adquiridos cuando pateabas en los campos de tierra y tus rodillas después de tres caídas eran difícilmente distinguibles de tus botas por sus hinchazones.

Pues con todos los clinics, exposiciones y clases que dan "maestros" como Schuster, Rijkaard, Capello y demás (sólo los cito, no los comparo... por favor) , mejor podrían meterse en el trasero tantas explicaciones y métodos abreviados del manual del buen entrenador, y recordar que se le pasa delante de sus morros, hinchados de tanta petulancia, un detalle nimio y simple, pero altamente importante.

Así que por favor, no jodan...

viernes, 16 de noviembre de 2007

Un Clásico


Si ayer hablamos del delantero de moda por su convocatoria con la selección, nos es inevitable hablar hoy de este delantero, ya retirado, que abanderó el fútbol español con su arte. El caso es que Kiko prontó destacó en las categorías inferiores del Cádiz, cuyo primer equipo se agarraba a la salvación de la máxima categoría año tras año, mediante unos finales de liga no aptos para cardíacos. Con su talento guió a su "Cai"durante tres años, mas pasado el tiempo cabe recordar que ese equipo no solamente era Kiko y diez más. Lo acompañaban brillantemente jugadores de la talla del gran Mágico González, el mami Quevedo o Moisés Arteaga entre otros (a mí se me viene a la cabeza Carmelo, el Beckenbauer de la bahía que le decían...). Mediante sus logros con su club es seleccionado para disputar los juegos olímpicos de Barcelona en el 92, en los que consigue la medalla de oro y decide la final contra Polonia con 2 goles, el decisivo 3-2 a falta de 5 minutos para el final desatando el delirio en el Nou Camp (tiene güasa triunfar con España en el Nou Camp).
Parecían buenos tiempos para Kiko con sus últimos triunfos y su fichaje por el Atlético de Madrid, pero en este club la gloria se le hizo esperar. Sus primeros años son deplorables, el equipo rodeado de problemas se merendaba futbolistas como Piraña el de Verano azul bocadillos...
Tuve ocasión de conocerle personalmente y con su gracejo me decía: "pisha, estuve meses sin salir de casa, que cuando iba a comprar el periódico la gente me paraba y me desía... Kiko eres un matao!."
No obstante se hizo esperar pero le llegó la gloria en su última época en el club, consiguiendo el famoso doblete liga-copa formando un gran dúo atacante con ese búlgaro espigado llamado Lubo Penev. Aún hoy parece inexplicable como ese equipo con una pareja de delanteros más propia de verlos en un rebote en baloncesto que en un área de fútbol consiguió engarzar una liga a su bolsillo.
Pasado el tiempo, como el buen vino, la imagen de Kiko mejora año tras año. Sus recuerdos nos llegan como un delantero que pese a su porte ( era alto y fuerte) se manejaba mejor con los pies que con la cabeza. No firmaba muchas dianas pero su juego de espaldas era sin duda el mejor de Europa. Si el equipo sufría encerrado, pelotazo a Kiko, el aguantaba de espaldas y esperaba a sus compañeros o recibía falta.
Un grande este KIKO...

jueves, 15 de noviembre de 2007

De ACTUALIDAD...


Está muy de moda este chico recientemente convocado por primera vez para debutar con la camiseta rojigualda. Delantero jerezano al que después de varios traspiés la vida le ha dado recompensa a su esfuerzo. No consiguió aprovechar este andaluz alguna de sus primeras oportunidades de llegar al fútbol de élite, no en vano militó en las categorías inferiores del FC.Barcelona, mas como muchos otros ejemplos se tuvo que salir del perfil de jugador de cantera para emigrar y ganarse el jornal a base de goles en equipos menores. Años de sufrimiento y pequeñas dosis de éxito en categorías menores y equipos de medio pelo con buenos resultados individuales y colectivos le dieron acceso a la categoría de oro. Poco a poco se ha hecho un hueco en la tabla de goleadores de primera, emulando así a su ídolo y paisano, el ex-delantero del Atlético de Madrid KIKO (es el único parecido posible entre ambos, desde luego) de quien imita su celebración de los goles haciendo la figura del arquero.
Las características de este jugador son más bien simples en todos los apartados, mas si bien no destaca en nada especial, tampoco flaquea en labores que no son propias de delanteros. No es rápido, pero tampoco lento, no es hábil sin embargo está lejos de la torpeza, tampoco sus números revelan un gran olfato goleador aunque dista lejos de esos delanteros que parece que patean a palos de rugby.
Posiblemente me atrevería a considerarle como un artillero de futuro medio y gloria escasa, parece que estará siempre lejos de alcanzar un equipo grande y le quedará debatirse buscando el éxito en equipos destinados a proezas o logros menores.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Al palo corto: comenzando

Bueno, pues comenzaremos explicando que en este nueva sección futbolística trataremos de informar sobre futbolistas de excepción, que sean de actualidad o de reconocido prestigio actual o histórico. Peloteros de los que nos han hecho levanternos de nuestro asiento en más de una ocasión. Pero no solo trataremos de informar sobre sus carreras profesionales, es más, ahondaremos en sus circunstancias personales, en las trabas superadas para llegar a ser quien son, así como las circunstancias favorables o adversas que se han encontrado durante sus carreras.
No obstante, también dedicaremos tiempo a jóvenes talentos emergentes que puedan ser de interés, así como algunos jugadores que pese a tener unas cualidades especiales o no pertenecer a equipos punteros, es conveniente destripar. Tal vez nos encontremos con sorpresas en el mercado futuro; nuestro reto es peinar el mercado con nuestros modestos medios pero que no por ello son menos válidos que los de los profesionales. Porque cuando hablamos de fútbol, lo hacemos de emoción y sentimiento, y sobre eso no hay leyes escritas, hay experiencias, gustos y opiniones.
Para tal fin procederemos a ser claros y concisos, de la manera más precisa posible. Hallando el camino más directo. Al palo corto...